Ya no se lo que quiero, me como la cabeza y la verdad es que me parece un poco burrada luchar por "El". Quiero intentarlo pero creo que en vez de dar pasos a delante voy para atrás. Y para ser sincera me importa demasiado y cada día le quiero más. Pero bueno intento quedarme al margen e intentar olvidar.
Si quieres, puedo soplar las nubes para que tengas un buen día, también, si te apetece, puedo comerme tus problemas y beberme tus miedos, puedo esnifar tus dolores y chutarme tus penas, también, si lo deseas, puedo fumarme tu tristeza hasta que ésta desaparezca y hacer de payasa hasta que me sonrías como solo tú sabes hacerlo, he pensado, que también sea una buena idea decirte que te quiero, pienso decírtelo tantas veces que se te taladre el cerebro con mi voz, pienso hacer todo lo necesario para que vuelvas a sonreír, para que luzcas tu sonrisa y para que disfrutes de la vida.
No sé cantar, sino expresaría mis sentimientos cantando. Tampoco escribir, aunque lo intento, pero mis palabras no siempre suenan tan bien como quisiera. Esto de los regalos tampoco es mi especialidad, no me gusta pensar que le gustará, e ir de tienda en tienda con los pies destrozados. Los deportes, mejor ni hablar de ellos. Y la moda no es mi fuerte. Creo que no tengo nada para impresionar ni por fuera ni por dentro, pero haré lo imposible para sacarte una sonrisa, una de esas que te gritan en silencio, de las que te incitan a besarlas, de las que me derriten, una que sea sincera y alegre; una sonrisa que me acompañe el resto de mis días.
Mejor que una tarde de viernes, y mejor que el sábado noche. Mejor que todo el chocolate del mundo para vencer al desamor. Mejor que los besos en el mar. Mejor que un "te quiero" a media noche y mejor que un "buenos días princesa" despertando mi mañana. Mejor que la mermelada de melocotón. Mejor que un chorro de agua caliente en plena mañana de invierno. Mejor que el chocolate derretido de una tarta. Mejor que el helado de melón. Mejor que una tarde de playa. Mejor que dormir toda la mañana de domingo. Mejor que ese día marcado con un corazón en todos los meses de mi calendario.
Eso es, lo suelen llamar amor, pero yo prefiero pronunciarlo con el sonido de tu nombre.
Todo el mundo sabe que no te soporto, que no soporto tu inmadurez, ni tu sonrisa estúpida que se escapa cada dos por tres, ni tampoco tu ironía, ni ninguna de las gilipolleces que sueltas, lo que más odio es ese afán que tienes de creerte supermán, y de que los demás seamos solo meros mortales. Pero todo el mundo sabe que te miro a escondidas, que te sigo al fin del mundo, y que si te insulto, solo es porque te quiero. Todo el mundo sabe que si me pongo histérica no es porque lo sea, sino porque nuestras miradas han decidido cruzarse.Y todo el mundo sabe que cuanto más lucho contra esto, más colgada estoy de ti.
